La nueva normativa busca reducir los incendios y accidentes estableciendo las condiciones de seguridad
El nuevo reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos, que el Consejo de Ministros ha aprobado este mes de junio, afecta al 90% de las empresas industriales españolas, desde las más grandes a los pequeños talleres. La normativa, que entrará en vigor el 25 de octubre, transcurridos los tres meses tras su publicación en el BOE, el pasado 25 de julio, busca reducir los incendios y accidentes en las industrias, estableciendo las condiciones de seguridad de las instalaciones de almacenamiento, carga, descarga y trasiego de productos químicos peligrosos.
Cada día se registran ocho incendios o conatos en naves industriales en España, que afectan a la seguridad y también a la viabilidad de las empresas. Una de las novedades del nuevo reglamento es que se dirige a garantizar la seguridad también en actividades de menor volumen, a menudo con mayor grado de accidentabilidad, ya que regula el uso de depósitos móviles de menos de 3.000 litros. Además, se apuesta por el uso de tanques ignífugos y se ordena el almacenamiento de bidones, garrafas y botes con criterios más eficientes de seguridad.
El reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos y sus Instrucciones Técnicas Complementarias debe aplicarse a las instalaciones de nueva construcción y a las ampliaciones o modificaciones de las instalaciones existentes. No obstante, no afectará a los productos, actividades ni almacenamientos de productos para los que existen reglamentaciones de seguridad industrial específicas.
Las instalaciones de almacenamiento de productos químicos que se encuentran en ejecución quedan exentos de las nuevas condiciones y podrán regirse por las disposiciones que había en el momento de realizar la solicitud de licencia de obras. Asimismo, las instalaciones ya existentes serán revisadas e inspeccionadas de acuerdo con las exigencias técnicas que existían en el momento de su creación.
El nuevo reglamento contiene normas de carácter general e instrucciones técnicas complementarias (ITC) que establecen las exigencias técnicas específicas para la seguridad de las personas y los bienes. Las ITC recogidas incluyen condiciones para el almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles en recipientes fijos, óxido de etileno en recipientes fijos, cloro, amoníaco anhidro, gases en recipientes a presión móviles, líquidos corrosivos en recipientes fijos, líquidos tóxicos en recipientes fijos, fertilizantes a base de nitrato amónico con alto contenido en nitrógeno, peróxidos orgánicos y de materias autorreactivas, y el almacenamiento en recipientes móviles en general, que se incluyen en el anexo del real decreto.
Los recipientes móviles se han constituido hasta el momento en una gran fuente de accidentes industriales, por lo que precisaban una normativa más clara que permitiera el análisis de riesgos y favoreciera que las empresas integrasen este tipo de instalaciones en sus planes de emergencia y en las evaluaciones de prevención de sus empleados. En esta línea, las técnicas HazOp, What if, HazId y Bowtie permiten identificar de forma óptima y cuantitativa los riesgos inherentes a una instalación. TEMA dispone del equipo y la tecnología más puntera con los que aplicarlas y así evitar accidentes y minimizar sus consecuencias.
Además, la nueva norma adapta el etiquetado y clasificación de productos químicos peligrosos a los criterios de la Unión Europea, de manera que los productos importados y exportados sean fácilmente identificables.