A. León, F. Hurtado, S. Palumbo, A. Tomás
Las plataformas de petróleo off-shore son grandes estructuras ubicadas en la superficie marítima, cuyo objetivo es el de extraer, procesar y transferir el petróleo o gas a un usuario final. Se trata, básicamente, de una instalación industrial que conlleva límites evidentes debido a la congestión de equipos en un espacio limitado.
La producción de una plataforma de petróleo está regulada por tratados comerciales y sujeta a autorizaciones gubernamentales, que definen exactamente el periodo de vigencia de la concesión administrativa. Es por ello que es fundamental optimizar los costes de instalación y producción a toda la vida útil de la plataforma para maximizar la inversión.
Esta necesidad es aún más evidente en los contratos “Take or Pay” (que presuponen una cuota fija mínima de royalties a pagar al gobierno del país donde se ubica la instalación, independientemente de si hay o no extracciones), o donde la economía local y la autonomía energética es muy dependiente de la extracción petrolera.
Estas instalaciones disponen de todas las infraestructuras necesarias para dicho propósito, destacando los equipos de proceso y servicios auxiliares, sistemas de emergencia, helipuerto, edificios de oficina y módulo habitacional, entre otros.
Para determinar de forma cuantitativa cómo maximizar la producción de manera continua durante toda la vida útil de una instalación, es necesario realizar una evaluación exhaustiva de los parámetros fiabilidad, mantenibilidad y disponibilidad. Estos tres conceptos definen, precisamente, un estudio de fiabilidad, normalmente denominado RAM study.
El estudio RAM es decisivo para conseguir este objetivo, especialmente en el momento en el que se valida el diseño de la instalación y se planifica la estrategia del mantenimiento a realizar.