Este tipo de ensayos se centran en la toma de decisiones de las personas implicadas en una emergencia y no movilizan recursos
El riesgo de que ocurran situaciones de peligro colectivo grave, catástrofes y calamidades públicas existe y es imposible evitarlo, aunque sí lo es reducirlo con acciones de prevención, así como minimizar sus consecuencias. Para ello juegan un papel importante los simulacros, que son ensayos que sirven para practicar los procedimientos, la toma de decisiones y las funciones de los comités de emergencias y de los diferentes grupos de actuación.
La legislación establece el catálogo de actividades y centros que están obligados a adoptar medidas de autoprotección y su contenido. Una de estas medidas son los simulacros, que pueden ser de dos tipos: de movilización o de despacho. Los primeros suponen un ensayo de la acción que debiera acontecer en caso de emergencia, con la consecuente movilización de recursos y de medios. Los simulacros de despacho, en cambio, ponen el énfasis en la toma de decisiones del Comité de Emergencias, tanto a nivel de responsables operativos como estratégicos. Por lo tanto, no hay acciones reales, sino que todo es simulado en despachos (sobre papel) y en condiciones ficticias, sin movilizar personas ni recursos que forman parte de la actividad o los equipos de emergencia.
Los simulacros de despacho se utilizan como una herramienta de formación, para que los miembros de los equipos de emergencia asimilen el contenido del Plan de Autoprotección poniéndolo en práctica en casos reales, pero también sirven para poner a prueba la viabilidad de dicho plan y detectar sus puntos débiles para mejorarlo.

Para que este tipo de ensayos sean efectivos es necesario reconstruir el escenario de una emergencia, como explica Lídia Margalef, ingeniera de Tema: “Es importante especificar detalladamente la situación, es decir, plantear el escenario accidental, la fecha, la hora y el lugar exactos, las condiciones meteorológicas, el posible personal afectado, etc. Esto nos permite ponernos en situación”. Además, también se ha de elaborar un guion que incluya las diferentes situaciones que se irán produciendo y a las que habrá que dar respuesta. Con este planteamiento, “el equipo de emergencia va dando instrucciones y explicando las acciones que realizaría de acuerdo a sus funciones”, cuenta Margalef. El equipo de Tema tiene una amplia experiencia en la organización de simulacros, tanto de movilización como de despacho, y argumenta las bondades de los segundos: “Permiten poner en práctica escenarios y situaciones que sería complicado llevar a cabo en un simulacro de movilización. Además, realizas ejercicios parciales que involucran tareas de gabinete”.
Simulacros de despacho en La Canonja
Un ejemplo de este tipo de simulacros se ha llevado a cabo con el ayuntamiento del municipio tarraconense de La Canonja, al que Tema está ayudando a implantar los diferentes planes de protección civil del municipio, incorporados en el documento conocido como DUPROCIM (Document Únic de Protecció Civil Municipal). Durante la implantación, se impartieron y se están impartiendo formaciones sobre los distintos riesgos que afectan al municipio y la actuación en caso de emergencia. Después se han realizado cuatro simulacros de despacho que contemplaban diferentes escenarios relacionados con los riesgos explicados en las formaciones. Dentro de los riesgos territoriales, los escenarios escogidos para el simulacro han sido un brote en una escuela infantil y un incendio durante la cabalgata de reyes. El escenario relacionado con el riesgo químico ha sido una nube inflamable de una de las industrias químicas del municipio y, por último, un accidente de un camión cisterna en la AP-7, que pasa por el norte del municipio y activaría el PAM por riesgo de transporte de mercancías peligrosas.

Durante los simulacros se describe el escenario con detalle y los participantes abordan la situación con la ayuda de un guion y de las preguntas de la moderadora. “El objetivo de estas sesiones es practicar las comunicaciones entre los diferentes equipos y definir los procedimientos de actuación preestablecidos para cada uno de ellos”, relata Margalef.
Tras la realización de los distintos simulacros de despacho, el equipo formado por los responsables municipales y por Tema, ha presentado una lista de mejoras al plan de protección civil municipal, como la necesidad de contar con equipos de protección individual, cambiar el centro de operaciones a un lugar más cómodo o crear banners en un formato más práctico para el equipo de comunicación. Además, se incluye la recomendación de revisar el DUPROCIM de manera regular para mantenerlo actualizado, ya que se trata de un documento vivo.